El despacho de aduana constituye un proceso fundamental en el comercio internacional, que garantiza el cumplimiento de las regulaciones aduaneras y facilita el flujo de mercancías a nivel mundial. A través de este procedimiento, se asegura la correcta identificación, valoración y clasificación arancelaria de los bienes, así como el cobro de los impuestos correspondientes.
El despacho de aduana no solo cumple una función fiscal, sino que también desempeña un papel estratégico en la logística internacional, al optimizar los tiempos de tránsito y minimizar los costos operativos.
1. Confección, presentación y seguimiento de despachos de importación, permiso de embarque y demás destinaciones.
2. Gestión de certificados y autorizaciones ante organismos oficiales y privados.
3. Análisis de productos para su Clasificación Arancelaria.
4. Base de datos sobre los productos de cada cliente, con actualizaciones de sus respectivas Posiciones Arancelaria.
5. Cálculos de derechos, tasas, aranceles, tarifas, impuestos y todo tipo de intervenciones relacionadas a una operación de Comercio Exterior.
6. Seguimiento y coordinación de cada operación realizada.
7. Comunicación inmediata con proveedores del Exterior.
8. Gestión y seguimiento de reintegros y demás beneficios para la exportación.